Tras las inclemencias que ocurrieron en Bolivia, Yago y la Rallyneta desembarcaron en Perú cruzando el río Titicaca. El objetivo era claro: llegar a La Rinconada, un pueblo minero a 5.100 msnm., conocido como “el infierno en la tierra”.
La primera parada fue la localidad de Juliaca. Desde allí, partieron a una aventura que prometía ser extrema. La salida estuvo acompañada por lluvias y un frío que rozaba los 0°C. La temperatura descendía a medida que el equipo subía los cerros. Cuando el termómetro marcó los -5°C, comenzó a caer garrotillo y las condiciones se recrudecieron. Hasta que el cartel de La Rinconada apareció en el horizonte.
El desafío estaba cumplido. La ciudad peruana abrazaba a los turistas con paisajes de película, ya que se ubica a los pies del nevado Ananea. Sin embargo, las condiciones de vida de los locales son por demás extremas.
Un rústico alojamiento cobijó a los viajantes, en medio de los -6°C que marcaba el termómetro. La altura y la falta de oxígeno también fueron condiciones que Yago debió superar para lograr el objetivo. Tras recorrer el pueblo, ambos regresaron a Juliaca para retornar a Argentina.
La vuelta obligada, ante el vencimiento de la licencia de conducir de Yago, la realizaron por la carretera 38S, que une la ciudad de Llave con Tacna, donde Yago y la Rallyneta atravesaron picos de más de 4.800 msnm. y algunos bancos de nieve, caminos de ripio y curvas dignas de disfrutar. El descanso se dio en la ciudad fronteriza de Perú, ante la caída de la noche y la llegada de una densa niebla.
Atacama, Iquique y otra vez, la colosal Cordillera de los Andes fueron los puntos destacados del regreso. Ahora, desde Córdoba (Argentina), Yago y la Rallyneta planean su nuevo trayecto para superar los 35.000 kilómetros ya conseguidos.