Argentina

ETAPA 1: RUMBO A LA AMAZONIA BOLIVIANA

La aventura comienza en Córdoba y se extiende hasta el corazón de Bolivia. Desde caminos asfaltados hasta rutas de ripio, esta travesía en la 300 Rally es una verdadera prueba de resistencia.

El viaje comenzó con esa emoción inconfundible que siempre acompaña a una gran aventura. Desde Córdoba, la ruta llevó al grupo hacia las Termas de Río Hondo, un tramo de 510 kilómetros completamente asfaltado que sirvió como el prólogo perfecto para lo que vendría después.

En el trayecto hacia Salta y Cabra Corral, el terreno se volvió más interesante. Se recorrieron 580 kilómetros, de los cuales 80 fueron sobre ripio. Esta fue una experiencia clave: la primera vez que la 300 Rally se enfrentó a caminos de ripio completamente cargada. La moto manejó sin problemas las irregularidades del terreno, incluso a altas velocidades, lo que reafirmó la confianza en la máquina y añadió una buena dosis de diversión a la travesía.

El siguiente gran reto fue cruzar la frontera hacia Bolivia. Tras 480 kilómetros de asfalto en compañía de otras motos, incluyendo dos BMW GS 800, una Honda Tornado y una KTM 690 Enduro, el grupo llegó al puesto fronterizo. Allí, dos agentes de la AFIP revisaron minuciosamente la documentación de Yago y la 300 Rally. Aunque parecía que el ingreso iba a ser denegado, finalmente lograron entrar a la hermana República de Bolivia. Este obstáculo sólo añadió más emoción a la aventura, prometiendo nuevas experiencias en un país lleno de sorpresas.

Bolivia los recibió con paisajes que parecían sacados de una película. Los caminos serpenteaban entre cerros y yungas, y tras recorrer unos 70 kilómetros, la mayoría sobre ripio, hicieron una parada para realizar un pequeño trekking de 5 kilómetros. Las vistas eran impresionantes y cada kilómetro avanzado los llevaba más profundo en esta tierra llena de contrastes. 

Más adelante, un tramo mixto de 470 kilómetros, entre pavimento, ripio y guadales, les recordó lo variado que puede ser el terreno. Fue en este punto del viaje cuando la 300 Rally alcanzó los 10.000 kilómetros, un hito que marcó esta travesía con un sentido de logro.

La siguiente parada fue Santa Cruz de la Sierra, una ciudad imponente en el oriente boliviano, donde nuestra dupla, y su grupo de viaje, decidieron tomarse unos días para descansar y organizar el equipaje antes de adentrarse en la Amazonia. Este descanso fue bienvenido después de un día más relajado, con 300 kilómetros de asfalto bajo sus ruedas.

El viaje continuó desde Santa Cruz hacia Epizana, con 380 kilómetros recorridos a través de paisajes que parecían sacados de un sueño. Las sierras, con sus nubes acariciando las montañas, ofrecieron un espectáculo visual que quedará grabado en la memoria. Con la certeza de que pronto enfrentarían caminos de ripio en las yungas, el grupo aprovechó para reponer energías y prepararse para los desafíos que se avecinaban.

Ya en las montañas, los caminos de ripio se hicieron protagonistas. En cuatro días, recorrieron 300 kilómetros hasta llegar a Villa Independencia, un pequeño y pintoresco pueblo enclavado entre las montañas. Este lugar, rodeado de naturaleza y con un encanto particular, se convirtió en el nuevo punto de partida para lo que vendrá. 

Con la ruta 25 extendiéndose ante ellos y Coroico en el horizonte, la aventura continúa, cargada de expectativas y con el espíritu indomable que solo se encuentra en aquellos que exploran el mundo en dos ruedas.

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ETAPA 2: ENTRE RUTAS Y DESAFÍOS